miércoles, 18 de septiembre de 2013

Asistiendo a la dirección!!!

 
Probablemente, el curso que estoy haciendo en este momento (por obra y gracia del INEM) no me conduzca a conseguir el trabajo de mi vida (o si) pero de lo que sí estoy segura es que me está proporcionando la oportunidad de conocer personas estupendas que aportan nuevos aires a mi vida y me enriquecen cada minuto. Solamente por eso ya merece la pena ir cada mañana a clase.
 
Somos una especie de batiburrillo de personalidades, una mezcla de ironías, de agudeza mental, de humor y ganas de salir adelante. Somos exclusivamente mujeres y aunque de entrada eso suele suscitar cierto recelo en todos los sentidos (a mi jamás me ha sucedido eso, dicho sea de paso), la realidad es exactamente la contraria.
 
Confieso que no pensaba sentirme tan bien...
 
Mis expectativas eran altas en cuanto al contenido del curso y lo que aprendería en él, pero en lo referente al aspecto humano me presenté allí más bien escéptica, aunque positiva y con ganas. Mi mentalidad fue, desde el primer día, la misma que he tenido en todos los trabajos que he desempeñado: observar, aprender, sentir, integrar e integrarme y trabajar con honradez. Debo decir que mi nivel de compromiso es alto pero mis compañeras están a ese nivel o incluso un escalón por encima.
 
Son inteligentes, divertidas, generosas, competentes y solidarias.
 
En poco más de 2 meses hemos conseguido homogeneizar un grupo de personas muy diferentes para llegar a un punto de encuentro maravilloso que nos permite comer juntas después de 6 horas de clase sin estar hartas las unas de las otras, quedar uno de nuestros días libres para pasar el día en el monte, charlar por el grupo de whats app de cualquier tema incluso los fines de semana, reir y reir cuando lo lógico sería llorar, preguntar por la que falta a clase o tiene algún problema, o va al médico o se siente mal, intercambiar libros y opiniones, buscar solución consensuada a las cuestiones que van surgiendo y compartir la esperanza de que las cosas van a mejorar...
 
Es como si hubiésemos difuminado aspectos de nuestro carácter para fomar un frente común que potencia nuestras fortalezas, amortigua las debilidades y  nos hace inmunes al desaliento... (si, un DAFO chicas, nada más y nada menos...jajaj).  
 
Es curioso el ser humano... Con matices, todas estamos en la misma situación: el paro.
 
Y esa es la base común, firme y dolorosa que nos iguala. Por lo demás, no existía más vínculo entre nosotras. De hecho, y como clasificación general, podría decir que hay un poco de todo: distintos "estados civiles", "clases sociales", "rústicas y de asfalto", "jóvenes y menos jóvenes", "tranquilas y nerviosas", "divinas y terrenales", "tímidas y extrovertidas"...  En fin, o mellor de cada casa reunidas de 8.30 a 14.30 de lunes a viernes.
 
Por otro lado pienso si a partir de diciembre esta sensación bonita que tengo con respecto a ellas se irá desvaneciendo... Ya se sabe, no nos veremos todos los días, cada una retomará su rutina (esperemos que la de un trabajo), nos dará pereza mandar un correo electrónico, será más difícil ajustar "agendas" para reunirnos y el grupo de whats app tan activo y ocurrente se apagará poco a poco.
 
Creo que sería una pena... Me gustan, me caen bien, me enseñan, me comprenden, me aguantan, me hacen reir. He tenido suerte al conocerlas.
 
Hasta mañana_chicas_2013